miércoles, octubre 11, 2006

Amor eterno e inolvidable

Hace dos años, una multitud de aguerridos combatientes por la dignidad indígena, llenos de amor y espíritu justiciero, le abrieron un juicio sumario a la estatua de Cristóbal Colón. La derribaron y se la llevaron como trofeo ganado en heroica batalla al comandante in love, quien se encontraba desbarrando la ocurrencia del día a sus pelotones de la dignidad. Seguramnete innovaba con lo de ser la paja en el torbellino revolucionario - vaya puñeta amorosa-


el almirante se entrega sin hacer resistencia al glorioso escuadrón de la dignidad

rueda la cabeza del culpable


Dos años después salimos a las calles de Caracas y miramos con alborozo a los dignificados originarios dueños de la intemperie, del hambre y de estas tierras abarrotadas de basura ecológica evacuada por los alcaldes; todos ellos, los indios no los alcaldes, están realzados por el honesto proceso del Duce tropical; y ahora mendigos, pedigüeños y a cargo de una gloriosa y amantisima revolución.


reivindicación de la madre y del niño indígena



¿Quién dijo hipócrita?



Esta revolución es bonita. Es Amor. Amor del bueno.


Por que te quiero te aporreo.

Tercer día de Cuaresma

  Memento Mori Israel Centeno Si solo das cuenta del afán y los éxitos, darás cuenta del costo. No hay victoria sin precio, ni altar sin fue...