jueves, octubre 09, 2008

Ramas de Abedul

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("La novela de la lujuria").

Subiré al taburete, me atarás la cuerda al cuello, me excitaré durante un momento. Después, en cuanto veas que las cosas toman una especie de consistencia, retirarás el taburete y me quedaré colgado. Me dejarás allí hasta que veas la emisión de mi semen o síntomas de dolor. En este segundo caso me desatarás al momento. En el otro, dejarás actuar a la naturaleza y sólo me desatarás después.

¿Lo ves, Teresa? voy a poner mi vida en tus manos.  "

Marqués de Sade 

Tercer día de Cuaresma

  Memento Mori Israel Centeno Si solo das cuenta del afán y los éxitos, darás cuenta del costo. No hay victoria sin precio, ni altar sin fue...