jueves, septiembre 15, 2011

la soledad es la divisa más lógica, la más sólida, única valedera al cambio universal, la coherente, no otra, cada quien recorre y silba una balada tonta por sus galerías de espantos, las entrañas divinas de los asustados ¿dónde quedan los lugares cálidos? ¡Adentro, más adentro, no te detengas! decía: necesito una mujer insomne a mi lado, una mujer que acompañe mis desvelos, una mujer que se duerma primero que yo, un segundo antes de la salida del sol, en los suburbios de Dallas- Texas, en las hombreras de los vaqueros más perfumados de aquellas explanadas, intentaré pasar la noche atado a sus cabellos reinterpretando sus pasos, haré un sacrificio y lo haré de veras, los monos trepan sobre los ficus de mi calle, hay ficus en mi calle y son frondosos ficus, de qué alardeas, de nada, de nada, las arterias no duelen, mucho menos duele el corazón

Tercer día de Cuaresma

  Memento Mori Israel Centeno Si solo das cuenta del afán y los éxitos, darás cuenta del costo. No hay victoria sin precio, ni altar sin fue...