martes, noviembre 13, 2007

Fragmento

Fue una larga noche la de anoche. sufrí desvelo por esas cosas. Muy temprano, en la madrugada, leo una entrada a mi correo; es Juan Carlos Méndez Guédez, nos llama la atención sobre un hallazgo que hizo en El Calígrafo de Voltaire de Pablo Santis. A continuación la copio:

"Había tantos escritores de tragedias en París, que los teatros les habían prohibido la entrada, ya que tenían textos suficientes como para representar hasta los últimos días del siglo. Los nuevos trágicos rondaban cerca de las salas, a la espera de una oportunidad para invadir el teatro. Una vez adentro, se escondían hasta el momento de caer sobre el director de escena o el jefe de compañía. Algunos amenazaban con suicidarse sino obtenían una lectura inmediata. En su momento no me pareció que aquél fuera un problema importante, pero ahora, a la distancia, creo que ahí estaba el fermento de lo que ocurrió después. Las cabezas de la Revolución eran, en su mayoría, escritores frustrados, y fueron sus envidias literarias y sus fracasos para llegar a escena lo que llevó al reinado del Terror".
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(felicia está embarazada, siempre lo supe. cada tanto se toca el vientre y recuerda, ya les contaré qué)

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