El revolucionario es eficiente haciendo una revolución. Es el destructor de un orden.
Al revolucionaro no se le puede criticar si gobierna dentro de esos criterios. Una revolución, según Trostky, es una inspiración devastadora y voraz , no pretende mover los paradigmas, busca destruirlos.
Gobernar es un asunto conservador e institucional. Quien gobierna una revolución, impone un orden revolucionario. El orden revolucionario, es una contradicción y sólo se resuelve en la requisa totalitaria donde el fin es el medio para mantener el sueño: el fin.
La revolución encarna en un líder, como Dios en su hijo unigénito. La encarnación de la revolución no se entrega para ser crucificada y trascender, pretende perpetuarse personificada en su estado deífico y en el poder hasta el final de los días. Contrario a lo que se cree, la revolución es contingente.
Si la encarnación tuviese el poder para acabar al mundo al ser tocada por el ángel de la muerte, lo acabaría, no concibe al mundo sin su encarnación; mientras, juega seriamente a ser el ángel de la muerte.
Quien gobierna instituciones ciudadanas, busca sus puntales en una constitución ajustada a los derechos ciudadanos, es un servidor transitorio, preserva a las instituciones eficientes para el beneficio sus gobernados. Eso no es la revolución
Quien gobierna una revolución sólo busca preservar la revolución, abolir, batallar, devastar; luego la revolución es la subjetiva voluntad del revolucionario gobernante, del líder dueño del poder. La revolución se sirve a sí misma y quien la dirige gobierna su permanencia y perpetuidad demoledora.
El líder de la revolución lo confisca todo en nombre de la revolción. La revolución es pueblo, partido, comité central, buró político, asambleas, gabinete de gobierno; es la suma de todo, luego el todo desaparece y queda Él (unigénito) .
Muchos creen que los racionamientos, por ejemplo, la falta de agua, electricidad , servicios y diversidad de bienes de consumo - alimentos-, es causa de la ineficiencia . No. No es así. es parte de lplan estratégico de una revolución. El desmantelamiento revolucionario. Una revolución se consolida en la misma proporción que desmantela.
La Unión Soviética, luego del la revolución de octubre, mantuvo, no por ineficiennte, durante más de setenta años un racionamiento radical y sistemático. La prosperidad o la comodidad, generan bienestar individual y el bienestar individual, según la revolución, es una desviación burguesa o pequeño burguesa, búsquese la etiqueta conveniente, y estas desviaciones atentan en contra de la revolución; léase la encarnación de la revolución, el mando único del líder indiscutido.
El racionamiento es planificación, un estadio revolucionario, un fin. Quebrar toda empresa individual un objetivo. Las empresas estatales, deben administrar y perpetuar hasta el final de los días el desmantelamiento y la clausura. Generar riqueza atenta contra los principios anteriores. Eso es la revolución.
El pensamiento diverso no es revolucionario, es “egoísta” reafirma la individualidad, la individualidad genera diversidad y egoísmo, atenta en contra de la empatía indiscutible de la masa, o colectivo, con su líder. El único egoísmo revolucionario, es el egoísmo de la revolución. La única individualidad, la revolución encarnada en el líder indiscutido del proceso.
La persecución del pensamiento diverso, también es revolucionaria. En una revolución tanto el caos como el orden, son necesarios y manipulados.
La revolución es insaciable, ninfomaníaca, incapaz de sentir satisfacción o gratificación, siempre desea y quiere más. Más. más. más, no pares, más.-
Por lo tanto, creer enfrentar a un mal gobierno cuando se enfrenta a un gobierno revolucionario, no sólo es un error o ingenuidad: es parte solidaria, consciente o no, de la revolución, porque toda revolución es impulsada por su reacción, si no existiese la reacción. ella buscaría por todos los medios inventarla, no puede vivir sin ese elemento, como nosotros no podemos vivir sin el oxígeno, y el hombre libre sin la libertad.
Las revoluciones son monstruos contradictorios y poderosos, por lo general no se tumban desde fuera, se marean, se caen, cuando las contradicciones gangrenan al cuerpo de la revolución, se desprenden sus carnes e implotan, ellas mismas se tumban desde su centro gravitacional
(-al margen- ) Fue un consigna revolucionaria comunista: "agudicemos las contradicciones del capitalismo" A mi entender, al menos esta revolución militarista socio chavista del siglo XXI, y las comunistas en general, son un criadero de contradicciones irreconciliables. Tiene sentido aplicar la consigna a la inversa, agudicemos las contradicciones del militarismo socialista del siglo XXI
Al revolucionaro no se le puede criticar si gobierna dentro de esos criterios. Una revolución, según Trostky, es una inspiración devastadora y voraz , no pretende mover los paradigmas, busca destruirlos.
Gobernar es un asunto conservador e institucional. Quien gobierna una revolución, impone un orden revolucionario. El orden revolucionario, es una contradicción y sólo se resuelve en la requisa totalitaria donde el fin es el medio para mantener el sueño: el fin.
La revolución encarna en un líder, como Dios en su hijo unigénito. La encarnación de la revolución no se entrega para ser crucificada y trascender, pretende perpetuarse personificada en su estado deífico y en el poder hasta el final de los días. Contrario a lo que se cree, la revolución es contingente.
Si la encarnación tuviese el poder para acabar al mundo al ser tocada por el ángel de la muerte, lo acabaría, no concibe al mundo sin su encarnación; mientras, juega seriamente a ser el ángel de la muerte.
Quien gobierna instituciones ciudadanas, busca sus puntales en una constitución ajustada a los derechos ciudadanos, es un servidor transitorio, preserva a las instituciones eficientes para el beneficio sus gobernados. Eso no es la revolución
Quien gobierna una revolución sólo busca preservar la revolución, abolir, batallar, devastar; luego la revolución es la subjetiva voluntad del revolucionario gobernante, del líder dueño del poder. La revolución se sirve a sí misma y quien la dirige gobierna su permanencia y perpetuidad demoledora.
El líder de la revolución lo confisca todo en nombre de la revolción. La revolución es pueblo, partido, comité central, buró político, asambleas, gabinete de gobierno; es la suma de todo, luego el todo desaparece y queda Él (unigénito) .
Muchos creen que los racionamientos, por ejemplo, la falta de agua, electricidad , servicios y diversidad de bienes de consumo - alimentos-, es causa de la ineficiencia . No. No es así. es parte de lplan estratégico de una revolución. El desmantelamiento revolucionario. Una revolución se consolida en la misma proporción que desmantela.
La Unión Soviética, luego del la revolución de octubre, mantuvo, no por ineficiennte, durante más de setenta años un racionamiento radical y sistemático. La prosperidad o la comodidad, generan bienestar individual y el bienestar individual, según la revolución, es una desviación burguesa o pequeño burguesa, búsquese la etiqueta conveniente, y estas desviaciones atentan en contra de la revolución; léase la encarnación de la revolución, el mando único del líder indiscutido.
El racionamiento es planificación, un estadio revolucionario, un fin. Quebrar toda empresa individual un objetivo. Las empresas estatales, deben administrar y perpetuar hasta el final de los días el desmantelamiento y la clausura. Generar riqueza atenta contra los principios anteriores. Eso es la revolución.
El pensamiento diverso no es revolucionario, es “egoísta” reafirma la individualidad, la individualidad genera diversidad y egoísmo, atenta en contra de la empatía indiscutible de la masa, o colectivo, con su líder. El único egoísmo revolucionario, es el egoísmo de la revolución. La única individualidad, la revolución encarnada en el líder indiscutido del proceso.
La persecución del pensamiento diverso, también es revolucionaria. En una revolución tanto el caos como el orden, son necesarios y manipulados.
La revolución es insaciable, ninfomaníaca, incapaz de sentir satisfacción o gratificación, siempre desea y quiere más. Más. más. más, no pares, más.-
Por lo tanto, creer enfrentar a un mal gobierno cuando se enfrenta a un gobierno revolucionario, no sólo es un error o ingenuidad: es parte solidaria, consciente o no, de la revolución, porque toda revolución es impulsada por su reacción, si no existiese la reacción. ella buscaría por todos los medios inventarla, no puede vivir sin ese elemento, como nosotros no podemos vivir sin el oxígeno, y el hombre libre sin la libertad.
Las revoluciones son monstruos contradictorios y poderosos, por lo general no se tumban desde fuera, se marean, se caen, cuando las contradicciones gangrenan al cuerpo de la revolución, se desprenden sus carnes e implotan, ellas mismas se tumban desde su centro gravitacional
(-al margen- ) Fue un consigna revolucionaria comunista: "agudicemos las contradicciones del capitalismo" A mi entender, al menos esta revolución militarista socio chavista del siglo XXI, y las comunistas en general, son un criadero de contradicciones irreconciliables. Tiene sentido aplicar la consigna a la inversa, agudicemos las contradicciones del militarismo socialista del siglo XXI