martes, enero 21, 2014

Digital



pone el nombre del tipo en su estado del Twitter, la incomodidad del gozo la estremece, contiene un grito,  qué fino,  letra a letra lo (a) nota,   zarandeada por  el estupor intenta rechazarlo, es vulgar, unas goticas mojan su pantaleta, aprieta las piernas, debe salir corriendo al gimnasio --no es tanto así como para un toquecito--; la silencia. Pulsa con las yemas de sus dedos dos golpes sobre el pubis, se levanta de la cama, lanza a un lado la tablet,  siente salir de su boca el calor dulce de la goma de mascar mientras  todo el asunto cierra con una certeza:  a su marido también le gustan las feítas, las llanotas, las simplonas.

Esta mañana
La Danubio,
La Danubio esta mañana. 

Tercer día de Cuaresma

  Memento Mori Israel Centeno Si solo das cuenta del afán y los éxitos, darás cuenta del costo. No hay victoria sin precio, ni altar sin fue...