sé el girasol que no ha nacido, gira de tal manera, sin sentido del círculo en los vuelcos, gira como un cuadrado, apégate a Dios, abandónate a ti mismo,
entonces podrás decir lo que escribió Santa Teresa en lenguas.
no puedes dormir porque sabes que esa ilusión te dañará de nuevo, eso escribes en tu diario, más vale la paz de los vientos, repites -y de las alturas, no el otro envilecido en ti y sin embargo, no duermes, esperas perderlo todo, vivir las miserias del apego a esa carne que solo puede prometer vejez, desengaño y muerte. quieres atrapar el grandioso momento del destello, juventud. pasa el mistral de los años y abisman a la nada
Es sobre el insomniO
la ilusión y el eco,
los trucos que funcionan,
son los malos trucos,
dos o tres canciones, un libro, el álbum de foto junto a quien sacrificaste la vida, cuadro tras cuadro, sala de espera, unos cuantos poemas, un autor francés o ruso, clásicos, rompe el marco, un japonés occidentalizado, suma lo suficiente, al menos, extravagancia mediocre, un salto de rana, el más adolescente,
en la mesita de noche