sábado, junio 02, 2007

Maiakovski/ Venezuela


La primera noche
ellos se acercan y cogen una flor
de nuestro jardín,
y no decimos nada.
La segunda noche
ya no se esconden
pisan las flores,
matan nuestro perro
y no decimos nada.
Hasta que un día
el más frágil de ellos
entra sólo en nuestra casa,
nos roba la luna, y
conociendo nuestro miedo
nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada
ya no podemos decir nada


Vladimir Maiakovski
Poeta ruso 1893-1930.

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