El lagarto sobre la piedra
atrapa moscas
memoria baldía
y preguntas la razón, las personas no se hablan, ¿Volverás? No, la decisión es tuya y el corazón
Esa piedra negra
esa bomba impía,
hace una bulla sorda cuando estalla
Con tu cara larga decidiste darle un tiro a nuestro caballo; por capricho desmontamos, es fácil decidir entonces, luchaba por ti de alguna manera y ahora andarás a pié ¿ganaste algo? ¿Eres tan libre como esos personajes vengativos o justicieros de las prosas menos elaboradas? Es el momento nena
Decir adiós
es una tontería
un globo de feria, tu cara
al verte quise decir hola ¿tenía sentido? Fue una tontería. Deseabas sexo y encontraste el nombre, amor; corres y saltas sobre y entre los tabiques como si estuvieras en el bosque, bajo árboles vivos en la lluvia incesante del invierno, fumas demasiado y a escondidas – a veces vomitas-, tus dedos huelen a nicotina y a sexo, últimamente hay mucho de esto y de aquello, los dedos, ese, el lúbrico Satanás
encuéntrame
detrás del árbol donde grabé tu nombre
con una navaja
la valentía no es un recurso ni una condición dijo y dijo muchas otras cosas más antes de callar, por ejemplo húmeda tarde de septiembre, no has vuelto a ese mar a patear la arena, ha atado cabos y todo el tejido hace una hamaca, fue injusto celebrar esas locuras y luego decir, son locuras tus locuras , siempre fueron nuestras mentes al reto y al pedo por ciento
encuéntrame
las calles no son las mismas
nadie juega al escondido
Ahora oscurece, y se hace de noche, la gente va a luchar por esa cosa, la patria, va a sus redes sociales, a sus lienzos y pinta esas figuras, las palabras hurtadas de la de la cena, de la ruina, de los sueños truncos
Querida.