Memento Mori
Israel Centeno
Si solo das cuenta del afán y los éxitos,
darás cuenta del costo.
No hay victoria sin precio,
ni altar sin fuego.
Tu ganancia es temporal,
tus victorias, resplandores
que se apagan en el vacío.
Impones tu voluntad,
pero la muerte toca sin sutileza.
Aunque no lo hayas escuchado antes,
en el momento final
escucharás el monólogo
de Roy Batty en Blade Runner:
"Yo he visto cosas
que vosotros no creeríais.
Naves de ataque en llamas
más allá del hombro de Orión.
He visto rayos-C brillar
en la oscuridad
cerca de la Puerta de Tannhäuser.
Todos esos momentos
se perderán en el tiempo,
como lágrimas en la lluvia."
Salomé ha pedido
todas las cabezas,
incluso la del festejado.
Danzas la pavesa
sobre el rescoldo de la hoguera.
Puso el mundo a tus pies,
te sació con el hambre,
te lanzó desde las cimas,
y luego te dejó caer.
Sin un solo esplendor,
polvo acaso.
No se apura,
tiene todas las cartas.
Su reino es distorsión y olvido,
sin réplica,
sin disputa.
Si en oro has puesto tu afán,
si en el mundo anclas tu vida,
en sombra se van.
Mira las cenizas,
las mide.
Sin apuro,
sin error,
su victoria
casi perfecta.
Por Él todo fue creado.
El hombro de Orión
fue un gesto de amor.
No hay oscuridad
cerca de la Puerta de Tannhäuser.
Todos esos momentos han pasado,
pero en Él todo es abundante
y no conoce muerte.
Hasta las lágrimas en la lluvia
serán restauradas.
En lo mudable
todo es pasajero,
solo el amor
atraviesa la fatalidad.
Perdona nuestras deudas,
porque hemos perdonado,
y líbranos en el desierto
de las tentaciones.
No solo de pan vive el hombre,
sino del pan de vida
que habita entre nosotros.
Él ha vencido
a las tentaciones de este mundo,
a la muerte.
Él es el camino,
la puerta,
la luz
y la verdad.
Él te hará libre.